
Breve historia del Moulin Rouge
Es muy interesante bucear en la historia de este carismático cabaret parisino y ese es precisamente el objetivo de esta sección. Con más de 100 años de vida, el molino rojo ha evolucionado notablemente y ha vivido momentos de esplendor y decadencia unidos al devenir histórico y a los cambios culturales de cada tiempo.
De burdel encubierto a sala de espectáculo con cenas, nadie podría imaginar en sus primeros tiempos, que esta sala de variedades situada en el barrio rojo de París alcanzaría décadas de éxito y la categoría de mito universal que hoy disfruta.
Los orígenes del mito
Desde que abrió sus puestas, allá por 1889, la sala de fiestas abierta por el español Josep Oller y Charles Zidler fue todo un éxito. Estos emprendedores denominaron al teatro como «El palacio de la Mujer» y pronto adquirió fama en toda la ciudad como sala de fiestas y lugar de encuentro de acomodados señores parisinos con alegres chicas con notables habilidades sociales, de baile y de otro tipo.
El local albergaba un denostado club de mala reputación conocido como La Reine Blanche. Oller y Zidler, se arriesgaron a revitalizar este viejo negocio y trataron que fuera un competidor de una consolidada sala vecina, la Élysée Montmartre que llenaba cada noche con las mejores estrellas del momento.
Estos empresarios decidieron cambiar el nombre y la arquitectura del edificio, pintándolo de rojo e instalando luces parpadeantes y un molino que recordaba a los antiguos molinos que existían en la Montmartre, zona rural de antaño. Esa emblemática construcción y una habilidosa política de «robar» las estrellas de los cabarets competidores, consolidaron al Moulin Rouge como sala de musicales nocturnos nº 1 en la ciudad.
Eran los tiempos de la belle epoque, de Tolouse Lautrec, del opio, la absenta y de las noches de pasión y baile que escandalizaban a una parte de la sociedad parisina y que contribuyeron a engordar un mito cuya realidad tal vez no fuera tan escandalosa.
El Molino Rojo no era desde luego un burdel propiamente dicho. Las chicas dominaban el arte de la seducción y encandilaban a los clientes con su encanto y sus habilidades artísticas. Lo que ocurriera después no era posiblemente lo más importante.
Como curiosidad, en aquellos tiempos existía en el patio trasero del edificio, una enorme escultura hueca de estuco en forma de elefante en cuya barriga tenían lugar espectáculos privados a los que solo podían acceder los hombres junto con la artista de turno.
¿Por qué lo del molino?
El icónico molino nos recuerda a viejos tiempos de París. Montmartre fue una vez un pequeño pueblo lleno de molinos, unos 15. Estas construcciones servían para moler granos, prensar uvas y para cuestiones industriales. Hoy solo quedan dos en pie: Le Moulin de la Galette y el Moulin Blute-Fin.
Su evolución hasta los tiempos actuales
El Molino Rojo evolucionó con el paso de los años, desde su papel de burdél no oficial hasta su actual configuración de sala de espectáculos de moda.
La sociedad parisina aceptó el nuevo rol del teatro y sus espectáculos de música y danza atlética encontraron un lugar en la escena nocturna local.
El modelo pareció agotado con el paso de las décadas y la sala se convirtió en un cine.
En los años 50, una nueva dirección consiguió revitalizar la sala mediante el formato de cena con espectáculo. Vendrían los años de los renovados espectáculos y de las actuaciones míticas de estrellas internacionales como Ella Fitzgerald, Liza Minelli , Édith Piaf o Frank Sinatra, junto con bailarinas como Yvette Guilbert, Jane Avril o Josephine Baker.
Ese modelo ha continuado con éxito hasta hoy, ayudado sin duda por la calidad de la oferta musical y por la aportación de Hollywood, que han contribuido sin duda a la excelente salud de la que goza hoy el que es posiblemente el teatro de variedades más conocido del mundo.
El Moulin Rouge en cifras curiosas
¿Sabes que se descorchan en el Moulin Rouge más de 240.000 botellas de champagne al año? ¿Y que el precio de los vestidos de las chicas del can can supera los 4 millones de euros en su conjunto?
El Moulin Rouge es un filón de cifras curiosas, vamos a comentar algunas más:
– Las chicas que bailan vienen de los 5 continentes, con una media de 14 nacionalidades por función. La mayoría francesas, pero también han bailado chicas australianas o asiáticas. Las medidas y el peso de las bailarinas están controlados y tienen poco margen de cambio, se tienen que cuidar.
– Hasta 120 camareros sirven cada noche las copas y la cena en el espectáculo a los más de 900 espectadores de la sala. En total, disfrutan del espectáculo más de 600.000 personas al año.
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Desde los inicios de los tiempos la economia, la cultura,las conspiraciones,que han cambiado el curso de la historia, siempre han girado en torno a los prostibulos, a ellos acuden importantes personalidades, los mismos que al día siguente se confiesan los pecados en la iglesia besan a su esposa e hijos y mueven los hilos de las marionetas y si es necesario reunirse con otros respetados y conspicuos señores que mejor que hacerlo en el mejor prostibulo , ¿ sera que ese ambiente les recuerda el seno materno?
Un detalle: Cuando se dice que hoy quedan sólo dos molinos, debió decirse que estos son El Moulin Blute-Fin (originalmente Moulin de la Galette) y el Moulin Radet. La confusión que existe es que el Moulin Radet hoy es un restaurante que tiene un cartel que dice Restaurant Moulin de la Galette, pero solo es un nombre comercial, no es el Moulin de la Galette de la época de los impresionistas, el que pintó Renoir.